¿Qué es la dermatitis seborreica?
Es una enfermedad cutánea crónica muy común, caracterizada por inflamación en las zonas con mayor densidad de glándulas sebáceas. La piel afectada adquiere un tono rojizo y se cubre de escamas amarillentas y grasientas. Suele aparecer en el cuero cabelludo, los laterales de la nariz, párpados, orejas y la zona media del tórax, aunque ocasionalmente puede afectar pliegues (ingle, axilas, submamarios) y glúteos. El prurito es moderado y, a veces, puede no manifestarse.
¿Quiénes la padecen?
Se observa con más frecuencia en dos etapas de la vida:
Lactantes (2–12 semanas): aparece como “costra láctea” y suele desaparecer entre los 8 y 12 meses con cuidados suaves.
Adultos (desde la pubertad): sigue un curso crónico con brotes, controlable con tratamientos tópicos.
¿Existe asociación con otras enfermedades?
La dermatitis seborreica no indica padecer una enfermedad subyacente, pero es más frecuente en:
Personas con enfermedades neurológicas (Parkinson, lesiones medulares).
Pacientes tras infecciones graves o hospitalizaciones prolongadas.
No aumenta el riesgo de cáncer ni denota mayor incidencia de otras patologías.
¿Cuánto dura?
Puede persistir de forma indefinida, con remisiones espontáneas o tras tratamiento, aunque tiende a recurrir en forma de brotes.
¿Son necesarios análisis para el diagnóstico?
En la mayoría de los casos el diagnóstico es clínico; no se requieren pruebas de sangre u orina, salvo situaciones atípicas o complicadas.
¿Cómo se trata?
Tópicos: corticosteroides de baja potencia (uso cuidadoso por efectos secundarios) y antifúngicos.
Champús anticaspa (cuero cabelludo): con alquitrán, pitiriona de zinc, sulfuro de selenio o ácido salicílico.
Hábitos y cuidados: cosméticos ligeros, no comedogénicos y seborreguladores; hidratación adecuada; dieta y manejo del estrés para prevenir brotes.
Con este enfoque integral y personalizado, puedes llevar la dermatitis seborreica bajo control y mejorar el bienestar de tu piel, de la mano del Dr. Arenas.
