Dermatitis atópica

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¿Qué es la dermatitis atópica?

Dermatitis atópica: definición y bases fisiopatológicas
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, caracterizada por disfunción de la barrera cutánea, respuesta inmune de predominio Th2 y prurito intenso. Afecta hasta el 20 % de la población infantil y entre el 2–5 % de los adultos, con una carga significativa en calidad de vida y comorbilidades alérgicas.

  1. Disfunción de la barrera epidermal

    • Filagrina y lípidos intercelulares: mutaciones o reducción en la expresión de filagrina (FLG) disminuyen la cohesión de queratinocitos y la producción de factores naturales de hidratación (NMF), favoreciendo la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) y la xerosis.

    • Alteración del perfil lipídico: déficit de ceramidas, colesterol y ácidos grasos libres en el estrato córneo que compromete la impermeabilidad y facilita la entrada de alérgenos y patógenos.

  2. Respuesta inmune atópica

    • Predominio Th2 en brotes agudos: liberación de IL‑4, IL‑13 e IL‑31 que potencian la producción de IgE y la sensibilización alérgica, y median el prurito.

    • Transición a Th1/Th17 en la cronicidad: contribuye a la persistencia de la inflamación y la lichenificación.

    • Inmunidad innata alterada: disfunción de péptidos antimicrobianos (p. ej. β‑defensinas) que favorece la colonización por Staphylococcus aureus y el riesgo de sobreinfección.

  3. Factores genéticos y ambientales

    • Predisposición familiar y asociación con el “marcha atópica” (rinitis, asma y conjuntivitis alérgica).

    • Desencadenantes externos: alérgenos domésticos, cambios de temperatura, estrés, irritantes químicos y microbioma alterado.

  4. Diagnóstico clínico

    • Basado en criterios de Hanifin y Rajka: prurito, patrón de distribución (pliegues flexores), curso crónico-recurrente y hallazgos histológicos inespecíficos.

    • Se reserva la biopsia para casos atípicos.

Cuidados y recomendaciones generales

Para minimizar la sequedad y evitar irritaciones, conviene adoptar estas medidas:

1. Higiene y cuidado corporal

  • Baños suaves y breves a temperatura no superior a 32 °C.

  • Jabones suaves (avena, aceites) y enjuague completo para no dejar residuos.

  • Secado delicado, sin frotar, prestando atención a los pliegues.

  • Aplicación generosa de cremas hidratantes o emolientes inmediatamente tras el baño.

  • Uñas limpias y cortas para prevenir daños y sobreinfecciones.

2. Vestimenta y tejidos

  • Ropa ligera y transpirable de algodón.

  • Evitar lana, fibras sintéticas y tejidos ásperos.

  • Lavar con detergentes suaves; prescindir de lejías y suavizantes agresivos.

3. Alimentación

  • No existe dieta específica, pero en brotes agudos puede recomendarse evitar:

    • Conservas y alimentos muy picantes

    • Frutos secos, cacao, fresas y plátanos

4. Ambiente y estilo de vida

  • Temperaturas moderadas y evitar cambios bruscos.

  • Mantener humedad ambiental adecuada.

  • Reducir polvo, humos y restos de piel de mascotas.

  • Proteger la piel del sol con filtros adecuados.

 Ante un brote intenso o crónico, es esencial la evaluación dermatológica para iniciar tratamiento farmacológico escalonado (corticoides tópicos, inhibidores de calcineurina, fototerapia o terapias sistémicas) según guías internacionales. consulte con su Dermatólogo para establecer el tratamiento médico más apropiado. 

 
 

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